El tipo de microorganismo que me ha llamado la atención tanto por su forma como por su composición, son las diatomeas, un grupo de algas unicelulares presentes en el océano y el agua dulce e incluso en suelos húmedos.
Poseen un juego de pigmentos fotosintéticos como la clorofila, y almacena sus reservas en forma de carbohidratos y aceites, lo que contribuye a su flotabilidad.Tienen una concha de sílice, llamada frútulo, con una gran cantidad de diminutos agujeros en su estructura por los que el protaplasma vivo del interior se comunica con el medio externo. Además estos diminutos poros provocan múltiples reflexiones de la luz, mostrando una increíble gama de colores dependiendo de su orientación.
A lo largo de millones de años, los caparazones silíceos de las diatomeas se han ido acumulando en los fondos marinos y al fosilizar han dado lugar a una sustancia fina empleada como abrasivo y para la fabricación de materiales aislantes y filtrantes, que se conoce con el nombre de tierra de diatomeas.
Los dibujos presentados a continuación muestran distintos tipos de diatomeas y su estructura interior.
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