“Natural y artificial”
El
artículo empieza con un texto de Nietzsche, quien nos anuncia que algún día nos
daremos cuenta de la importancia de tener lugares para la meditación en
nuestras ciudades, lugares silenciosos donde poder alejarnos de mundo. Después
de esta introducción nos habla del “tejido” un material intermedio nada
estimado por los filósofos, pero que para el autor es un elemento clave al tener
algo de los dos estados “como si la carne dudase entre fluido y sólido” lo que
le confiere la capacidad de fluctuar. El autor continúa hablándonos del
carácter fundamental de la arquitectura japonesa, que no aparece desde el
principio, más bien surge para envolver una acción (en este caso la fiesta del
cerezo en flor) y en ningún momento se opone a la naturaleza sino que se funde
e interacciona con ella. Pero lo que más le llama la atención de este tipo de
arquitectura es que se trata de algo temporal, pues al llegar la noche la gente
recoge las tiendas y el fin de la fiesta supone también el fin de la
arquitectura. Por eso dice que “proyectar arquitectura es un acto de generar
vórtices en las corrientes de aire, viento, luz y sonido” y que el simple hecho
de organizar un espacio, convierte el lugar del evento en arquitectura,
formando dos espacios contradictorios entre sí (pues uno es inestable y el otro
busca la estabilidad).
Toma
como ejemplo artes marciales como el Kendo para demostrar que una postura
inestable puede ser una ventaja más que una deficiencia. Y afirma que lo mismo
ocurre con la arquitectura, que debe
agitar y estimular el espacio para inducir nuevas corrientes.
Entiende
la ciudad como un material compuesto de elementos naturales, artificiales,
inmateriales y flujos. Y la función de la arquitectura es la de sustraer la
esencia poética de la ciudad. Además cree que con un desarrollo técnico mayor y
una atención cultural crítica se puede acabar con la depredación que se ha
instaurado sobre el territorio.
Compara
el modelo científico con nuestra percepción de la ciudad. Y dice que el cuerpo
cristalino de la ciudad guarda una íntima relación con las circunstancias
culturales y sociales que determinaron la construcción de los barrios históricos.
Cree
que el modelo de una ciencia excéntrica sería sobre todo excéntrico.
Inseparable del flujo. Pretende convertir el devenir en un modelo, y da
importancia a la adecuación del espacio interior al espacio exterior. Comenta
los tres fenómenos primarios en el mundo natural y el no-natural que forman
parte de la teoría de la complejidad, son la integración, la organización y la
coordinación. La organización se basa en “la noción del patrón”, la
coordinación explica el movimiento coherente de las cosas y la integración relaciona
la figura con su entorno o ambiente. Para terminar relaciona el tiempo y el
espacio de la intuición con la arquitectura que según el autor desempeña un
papel privilegiado.